Pediculosis (Piojos)

¡Hay que usar la cabeza!

Es una sugerencia muy útil para las personas, pero cuando los que usan la cabeza son los piojos, suele ser la de un ser humano, quien debe soportar a este huésped indeseable.


Se conocenunas trescientas especies distintas de piojos; todas viven de la sangre de mamíferos. En general, una única especie de mamíferos es atacada por una única especie de piojos. El ser humano tiene el dudoso honor de ser atacado por tres especies de piojos: el Pediculus humanus capitis (o piojo de la cabeza), el Pediculus humanus vestimentorum, también llamado Pediculus vestimenti o Pediculus corporis (piojo del cuerpo), y el Phthirius pubis o ladilla (en la región pubiana).

Todos beben de la misma sangre pero prefieren hacerlo en distintos lugares, aunque el piojo del cuerpo también puede tomar la cabeza.


Un animalito forzudo

No corre, no salta, es lento; se podría comparar con el perezozo, incluso por las garras y fuertes músculos con las que se sujeta firmemente de los pelos (ver figura a la derecha). Un piojo puede sostener con sus patas delanteras su peso multiplicado por dos mil. Para igualarlo, un hombre tendría que levantar con sus manos una carga de ciento cincuenta toneladas.

Creced y multiplicaos


Los piojos de la cabeza prefieren una temperatura de 28 a 30^C, por lo que se alojan en la base de los pelos, cerca de la piel, que les da calor y donde se encuentran más seguros y cerca de su fuente de alimentación. Y como tienen la comida tan a mano toman poca cantidad a intervalos regulares, al contrario de las chinches o las pulgas; esto hace que sobrevivan pocos días sin comer.

También pone sus huevos o liendres en los pelos pegándolos con una especie de cemento que endurece al secar y los suelda firmemente al pelo (ver figura a la izquierda).

De 3a 14 días después nacen los piojos jóvenes que, salvo el tamaño, son iguales a los adultos. En 2 ó 3 semanas más ya son adultos capaces de reproducirse y pueden vivir de 6 a 8 semanas.

Un poco de historia

En tiempos de guerra, con la aglomeración de soldados en las trincheras y en los campos de concentración, se favorecía la diseminación de los piojos; en 1915, en la camisa de un prisionero ruso se hallaron 3.800 piojos. Y junto con ellos el tifus exantemático y la fiebre de las trincheras ocasionaban numerosas bajas. Poco antes de la Primera Guerra Mundial se había descubierto que el piojo transmitía esas enfermedades.

Ya en el curso de esta guerra el ejército alemán fue infestado por piojos, y a la vez hubo una epidemia de tifus exantemático que provocó gran cantidad de víctimas.

Se sabía que el culpable era el piojo de la ropa, por lo que toda la ropa infectada fue tratada con ácido cianídrico (sumamente tóxico, pero muy efectivo). A partir de entonces se desarrollaron productos menos tóxicos y los piojos sólo habitaron la cabeza de los linyeras. Hasta mediados de los '60, en que nos llega la noticia de que en Inglaterra cada vez había más gente con piojos (qué mugrientos estos ingleses).

Cuando la moda del pelo largo llegó hasta nosotros también llegaron los piojos; y todavía no se fueron.

¿Tiene que ver con el aseo?

Tiene. Cuando los varones comenzaron a usar el pelo largo no adquirieron los hábitos de limpieza que las mujeres conocían muy bien.

Esofavoreció la diseminación de los piojos. Sin embargo, cuando se han instalado en gran parte de la población las medidas higiénicas normales no alcanzan; ni siquiera después de haber eliminado los piojos propios se está a salvo de que se instalen de nuevo en nosotros.

Esto se debe a que se propagan como las enfermedades contagiosas: Juan no sabe que tiene piojos y contagia a Luis; cuando Juan los descubre los elimina, pero Luis, que ignora que los tiene, pasa sus piojos a Juan; y se repite el ciclo, que suele abarcar a muchas personas. Nadie sabe quién lo contagió, porque la mayoría no comenta estas cosas.

El contagio es mayor entre los niños (escuela, pileta), y los adultos cercanos a ellos (familiares, maestros).

¿Cómo saber si tiene piojos?

Cuanto más demore en reconocerlos, más gente será contagiada, la que probablemente le devolverá la atención (aunque sin saberlo).

Si siente picazón en el cuero cabelludo (más en la nuca), no busque otras explicaciones, busque piojos. Examínese la cabeza en busca de liendres (parece caspa, pero están fuertemente adheridas al pelo, cerca de la base); recoja el agua usada para lavarse la cabeza y mire si hay piojos (son pequeños, la mitad del tamaño un mosquito). Si los halla, use un pediculicida de efectividad comprobada.


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