Don Juan se pincha con una rosa y suceden otras cosas
Esta es una historieta en la que se irán viendo escenas de la vida cotidiana de Don Juan, una persona como tantas otras a la que le suceden cosas que suele experimentar el común de la gente. Pero aquí también se verá lo que pasa a nivel microscópico, de tal modo que un leucocito es el otro protagonista de estas historias en las que es testigo, y muchas veces participante activo, de lo que sucede en el organismo de Don Juan.
Un día, en que Don Juan estaba regando su jardín vio una hermosa rosa roja que llamó su atención. Para admirarla mejor se acercó y la tomó por el tallo, sin tener en cuenta que las rosas tienen espinas. Al presionar su dedo pulgar sobre una de ellas, se produjo el consabido pinchazo, a menudo intrascendente, salvo por el dolor que causa.
Sin embargo, aunque Don Juan no tiene la menor idea de esto, justo en el momento de producirse el pinchazo se encuentra allí un leucocito o glóbulo blanco, muchísimo más pequeño que la punta aguzada de la espina. Lo primero que nota es que el lugar donde se encuentra, que es la parte interna de la epidermis, comienza a elevarse hasta que termina rompiéndose, apareciendo un boquete por donde penetra la punta de la espina, que para el tamaño del leucocito es como si fuera un obelisco. Tanto los tejidos de la zona como los capilares sanguíneos son destrozados, lo que le hace salir corriendo en busca de ayuda.