El uso no médico de drogas y el problema del abuso de las mismas son tan viejos como la misma civilización.
Hasta donde llega la historia escrita, todas las sociedades han utilizado drogas que producen efecto sobre el estado de ánimo, los pensamientos y los sentimientos. Además, siempre hubo individuos que se apartaron de lo acostumbrado en cuanto al momento, la cantidad y la situación en que estas drogas podían usarse.
Abuso de drogas
Es el uso, generalmente por autoadministración, de cualquier droga de un modo que se aparta de las formas médicas o sociales aprobadas dentro de una cultura dada. El término implica la idea de desaprobación social y no describe necesariamente ninguna forma de uso de drogas ni sus posibles consecuencias desfavorables.
Como esta definición es sobre todo social, no debe sorprender que para cualquier droga en especial exista gran variación en lo que se considera abuso, no sólo de una cultura a otra sino también según las épocas y situaciones dentro de una misma cultura. Hace varias décadas, el uso de LSD era ocasional, pero a partir de 1960 su uso se hizo común y se convirtió en abuso.
Uso no médico de drogas
Es un término menos peyorativo, pero tan generalizado que abarca conductas que van desde el uso ocasional del alcohol hasta el uso compulsivo de los opiáceos, e incluye los comportamientos que pueden asociarse o no con efectos adversos. El uso no médico de drogas puede consistir en probar "por curiosidad" una droga en una o pocas oportunidades o para cumplir con la moda imperante de ciertos grupos. Puede ser "recreativo" o casual por sus efectos agradables, o circunstancial, donde se buscan ciertos efectos porque son útiles en determinadas ocasiones (p.ej. conductores de camiones o estudiantes toman anfetaminas para aliviar la fatiga). Estos suelen ser los caminos que llevan a depender de las drogas.
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