Cuando hacemos algo ante espectadores, su presencia mejora o a veces empeora nuestro comportamiento.
A todos les gusta lucirse con lo fácil
La presencia de público no sólo influye en el comportamiento del hombre, sino también en el de las hormigas, las aves y las cucarachas.
En presencia de otros individuos, la realización de muchas tareas sencillas mejora. Las hormigas cavan más arena; las cucarachas aprenden mejor el camino de los laberintos y los seres humanos resultamos más eficaces en el desarrollo de labores sencillas como levantar bultos pesados, contestar el teléfono y responder a preguntas fáciles.
Esta llamada facilitación social tiene lugar porque la presencia de otras personas activa nuestro ingenio, por lo que nos esforzamos más. Los atletas hacen mejores tiempos en una carrera si tienen competencia y un público numeroso les hace mejorar sus marcas.
Pero cuando la cosa se complica...
En cambio, los espectadores no son siempre útiles. Si la tarea en cuestión es complicada, por lo general procedemos con menos eficacia en presencia de otros individuos (como ocurre con las hormigas y las cucarachas).
Si deseamos memorizar ecuaciones complejas, hacer una tarea contable, preparar un postre realmente difícil o realizar cualquier labor que exija gran concentración, solemos ser menos eficientes si somos observados por otras personas.
La razón de ello es que la combinación de un gran esfuerzo y de una fuerte motivación entorpece este tipo de trabajo.
Por lo tanto la próxima vez que tenga que preparar un examen, estudie la materia a solas, apréndala bien y después reúnase con un grupo de personas que estén por afrontar la misma prueba para discutir los puntos oscuros, intercambiar opiniones e incluso, hacer simulacros de examen.
¡Pruébelo!
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